Los visitantes describen las cascadas como muy hermosas y destacan el ambiente natural y diferente que se experimenta en el lugar.
Los visitantes mencionan que el lugar es chulísimo y que la compañía es aún mejor, lo que hace que la visita sea muy agradable.
Los visitantes quedan impresionados por lo limpio, cuidado y pintado que está la ermita, especialmente considerando que no está abierta a diario. Además, mencionan los frescos de F. De Goya como un regalo al pueblo de Muel.
Los visitantes recomiendan visitar el pueblo cercano para disfrutar de la comida y explorar más la zona, lo que complementa la experiencia en las cascadas.
Algunos visitantes mencionan que es una pena que las cascadas no tengan agua durante su visita, pero aún así destacan la belleza del lugar y la posibilidad de disfrutarlo de todas formas.